En primer lugar se hizo la actividad de pintura, estampando manos en el paso peatonal de al lado del Colegio San Onofre, pintando los separadores urbanos y el dibujo de una gran flor con la ayuda de todos los consejeros y consejeras.
Al terminar, hicimos un descansito mientras nos acercábamos al Ayuntamiento, donde habíamos quedado con la policía para que nos ayudara en la siguiente actividad, las multas morales. Tras realizar los niños y niñas parejas, salimos por las calles a concienciar a las personas sobre la importancia de respetar las normas de circulación y cívicas, poniendo multas por aparcar en zonas indebidas, cruzar semáforos en rojo y otros casos. La mayoría de personas que se pararon, agradecieron la tarea de los consejeros y consejeras, y prometieron ser más respetuosos en adelante.
Una vez terminada la actividad, volvimos al Colegio San Onofre, donde después de comer y disfrutar de un rato de tiempo libre y juegos, realizamos la última reunión para analizar la marcha del curso 08/09. Los consejeros y consejeras opinaron sobre las cosas positivas y negativas que habían visto a lo largo del año, aunque como la mayoría comenzaron en marzo, no hubo muchos comentarios sobre cuestiones anteriores. Lo más importante que comentaron fue:
Aspectos Positivos:
- Las propuestas e ideas que han ido aportando
- Hacer juegos durante las reuniones
- Los juegos de presentación para conocerse
- Las jornadas de convivencia
- El proceso de las elecciones
- La votación del logotipo
Aspectos Negativos
- A veces hablan durante las reuniones cuando no toca
- Los horarios de las reuniones del Consejo de Participación Ciudadana donde el CMI tiene dos representantes
- Las pocas salidas o actividades en el exterior que se han hecho
- La entrega de las cartas a los consejeros y consejeras, que no siempre llega a tiempo o con tiempo suficiente.
Además de esto, se propuso que se hiciera alguna actividad para navidades y se aprobó que para el curso siguiente se realizaran 2 reuniones por mes, ya que pensaban que necesitaban tener reuniones más continuas si querían conseguir hacer cosas para mejorar Quart de Poblet. Llegados a este punto, nos despedimos de nuevo con un juego, haciendo esperar un poco a los padres y madres que habían venido a recogerlos.
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